Boa Vista - Abrazada a su madre, Alejandra, de 11 años, se enfrentó al miedo de la aguja para recibir la inmunización contra el COVID-19 en la ocupación espontánea donde vive en la ciudad de Boa Vista, Roraima. Además de la protección contra la enfermedad pandémica, tenía la tarjeta de vacunación actualizada con las dosis establecidas por el calendario nacional de vacunación del Ministerio de Sanidad. La acción conjunta llevada a cabo por la OIM, la Agencia de las Naciones Unidas para las Migraciones, la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Secretaría Municipal de Salud de Boa Vista tiene como objetivo ampliar la cobertura de vacunación de la población refugiada y migrante fuera de los albergues. 

Durante el mes de mayo, el equipo de salud de la OIM recorrió los 16 espacios identificados en la capital con residentes venezolanos que no están en los albergues federales de la Operación Acogida, una respuesta humanitaria del gobierno brasileño, para promover la campaña de vacunación contra el coronavirus, la fiebre amarilla, la triple vírica y la gripe dentro de estos espacios.  

"Cada mes, la OIM realiza encuestas para trazar el perfil social en estos lugares y, analizando los datos, nos dimos cuenta de la gran necesidad de vacunación en las ocupaciones espontáneas porque las tasas de vacunación, especialmente contra el COVID-19, estaban por debajo del 50%, sobre todo en la población infantil", explicó la doctora de la organización Carolina Hernández.  

Para fomentar la vacunación, se celebraron varias sesiones informativas y la FUPAD buscó activamente las ocupaciones espontáneas para señalar la importancia de la inmunización, responder a las preguntas y disipar las falsas percepciones sobre la vacunación en los niños. Con la buena acogida de los residentes, comenzó la planificación de la campaña.  

A partir de ahí, la Secretaría Municipal de Salud de Boa Vista apoyó la campaña con insumos como dosis y jeringas, UNICEF aportó dos enfermeras, y la FUPAD también apoyó con una enfermera y dos promotores de salud, que brindaron apoyo para la inclusión de datos en los carnets de vacunación de los beneficiarios. 

Según Hernández, la inmunización de la población venezolana refugiada y migrante es fundamental, ya que entran en un nuevo territorio y necesitan mantener su inmunización actualizada y al día en el país. "Las vacunas son la principal prevención para algunas enfermedades, además de reducir el número de patologías infecciosas, también evita el desarrollo de sus formas graves", añadió el médico.   

En total, el OIM aplicó 742 dosis de vacunas, 302 para COVID-10, incluyendo 74 dosis para niños de 5 a 11 años, 54 dosis para la fiebre amarilla, 112 dosis de triple vírica y 274 dosis para la gripe. 

Según el liderazgo de la ocupación espontánea Paraviana, Andeina, la campaña dentro del espacio permitió la actualización de la tarjeta de vacunación de los residentes. "Estoy muy agradecida, porque hoy ha sido posible que mi hijo reciba la primera dosis contra el COVID-19", dijo. 

Para Yarymar, la madre de Alejandra, la vacunación demuestra la atención sanitaria para todos. "Acabamos de llegar a Brasil y es bueno ver a mis hijos protegidos de esta manera", dijo. Ya para Alejandra, una vez pasado el miedo, sólo sentía felicidad. "¡Dolió, pero fue rápido!", dijo riendo cuando vio su nombre en el Certificado de Valor para los niños que se vacunan contra el coronavirus.  

Las actividades de la OIM cuentan con el apoyo financiero de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos.