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Quienes somos
Quiénes somosTras la solicitud del Secretario General de la ONU a la OIM y al ACNUR de co-dirigir la respuesta regional interinstitucional, en 2019 se estableció la Oficina del Enviado Especial del Director General para la Respuesta Regional a la Situación de Venezuela (OSE) para coordinar la asistencia de la OIM para los migrantes y refugiados de Venezuela.
SOBRE NOSOTROS
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OIM Global
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Nuestro Trabajo
Nuestro trabajoLa Oficina del Enviado Especial de la IOM para los Migrantes y Refugiados de Venezuela se encarga de la coordinación y supervisión de los proyectos regionales en el marco del Plan de Respuesta para Migrantes y Refugiados de Venezuela (RMRP por sus siglas en inglés) en América del Sur, América del Norte, América Central y el Caribe, trabajando estrechamente con las misiones implementadoras y las Oficinas Regionales.
PRIORIDADES TRANSVERSALES
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La actual situación política y económica en la República Bolivariana de Venezuela (en adelante, Venezuela) ha provocado una afluencia sin precedentes de personas migrantes y refugiados en toda la región de América Latina y el Caribe. En septiembre de 2021, más de 5,6 millones de venezolanos se encuentran fuera de su país de origen, siendo el segundo mayor desplazamiento del mundo. Los países vecinos están respondiendo a la situación de movilidad humana con solidaridad y hospitalidad, y han mantenido en gran medida las puertas abiertas para los migrantes y refugiados de Venezuela.
La mayoría de los migrantes y refugiados de Venezuela residen en la región (4,6 millones en septiembre de 2021). Entre los mayores países de acogida están Colombia (1,7 millones), Perú, Ecuador, Chile y Brasil.
A pesar de los avances en la regularización y el otorgamiento del estatus de refugiado a los venezolanos, un gran número de migrantes y refugiados no cuentan con documentos migratorios, con la consiguiente limitación de acceso a la protección social en algunos países.
Los migrantes y refugiados venezolanos están utilizando diversas rutas migratorias, que incluyen tierra, mar y aire. Como consecuencia de la pandemia COVID-19 y la interrupción de los canales regulares, muchos venezolanos han recurrido a utilizar rutas irregulares para llegar a sus destinos. Los cruces fronterizos informales se caracterizan a menudo por sus condiciones inseguras y sus graves problemas de protección, donde las personas están cada vez más expuestas a la trata de personas y a otras formas de violencia.
La pandemia de la COVID-19 ha añadido otra capa de complejidad a la situación de los desplazamientos en la región. La pérdida generalizada de puestos de trabajo y de fuentes de ingresos ha supuesto una mayor incapacidad para garantizar las necesidades básicas, como la alimentación, el alojamiento y otros servicios esenciales. Hay un aumento de la xenofobia y la discriminación hacia los venezolanos, motivada por una errada percepción de mayor competencia por puestos de trabajo, criminalización y temor a la propagación del virus.