Willeandro Colmenarez Giménez es nacional venezolano, tiene 23 años y se encuentra radicado en Barranquilla desde 2021 junto con su mamá y su hermana. Nació con mielomeningocele, un defecto en la formación de la columna vertebral y médula espinal que afecta su motricidad y le genera parálisis en las piernas. Acompañado por OIM, construye una historia llena de valentía y esperanza.

Desde que llegó al país, recibió atención en salud en el marco del convenio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) con el Hospital aliado Mi Red Barranquilla IPS, gracias al respaldo financiero de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Las cosas nunca le fueron fáciles; hace tres años tuvo que enfrentar la separación con su mamá y su hermana, producto de la migración de ambas a Colombia, permaneciendo en un Centro de Rehabilitación para personas en condición de discapacidad. Debido a su enfermedad presentó complicaciones en sus riñones por lo que requirió durante mucho tiempo tratamiento de diálisis. Y, poco antes de recalar en el país, enfrentó al COVID-19.

En sus primeras horas en Colombia ayudamos para que accediera a la atención con un nefrólogo (especialista en los riñones), lo que posteriormente le generó el alta de la diálisis. “Su vida cambió física como mentalmente porque le quitaron la diálisis. Su mundo cambió”, asegura su mamá, Anamary Judith Giménez Yépez, nacional venezolana y lideresa de la Red Comunitaria de Salud ‘‘Unidos Sin Fronteras’’.

Willeandro junto con su mamá Anamary Judith y su hermana Marialex. ©OIM 2022

A través de los conocimientos adquiridos por Anamary en los procesos de fortalecimiento de capacidades que la OIM realizó con líderes y lideresas de las redes comunitarias sobre los procesos de regularización, Willeandro contó con la información necesaria para acceder al Permiso por Protección Temporal (PPT).

El proceso de regularización, que fue acompañado por la OIM, le permitió afiliarse al sistema de salud colombiano y así continuar recibiendo atención con enfoque diferencial y humanizado, lo que ahora le permite contar con servicios de nutrición y la visita regular de una enfermera y un médico para su seguimiento y tratamiento. 

Willeandro, también cuenta con acceso a educación, un beneficio que le da la posibilidad de seguir formándose. “En Venezuela es bachiller y convalidará su título en Colombia. En el Servicios Nacional de Aprendizaje (SENA) hará un curso sobre manejo de computadoras y de celulares”, comenta su mamá con una sonrisa que pinta la vida de su familia con colores de esperanza.

El objetivo de este joven va más allá de aprender algo que le sirva para sostenerse en la vida, también busca compartir con otros. “Me gusta y quiero aprender el mundo de las computadoras. Tener algo para enseñar en un futuro”, comenta.

“Hay personas que no caminan, no hablan, incluso dependen de una bomba de oxígeno… y quieren vivir”, asegura.

Este joven lleno de sueños no solo comparte sobre los dos últimos años en Colombia, sino la esperanza y ganas de superación. “Quiero darle un mensaje positivo a la gente que a pesar de las dificultades siempre nos mantengamos positivos. No todo en la vida va a ser derrota. Poco a poco vamos a ir avanzando.”

La OIM, en coordinación con las entidades territoriales, seguirá acompañando a niños, jóvenes, adolescentes nacionales venezolanos y colombianos para que miren el futuro con esperanza y con salud, tal y como lo hace Willeandro.

SDG 3 - SALUD Y BIENESTAR
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 17 - ALIANZA PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS