Neida llegó a Ecuador en diciembre de 2021. Es madre de Leonardo un niño alegre y dedicado de 7 años. Ambos forman parte del programa de asistencia a niños, niñas y adolescentes con discapacidad y/o neurodiversidades y a sus cuidadores. La neurodiversidad es un concepto relacionado con la idea de que la diversidad en las características humanas aparece como resultado de variaciones normales en el campo neurológico.

Desde que nació Leonardo, Neida supo que “había algo distinto en él”, relata que a los dos años y medio el niño entró a un lugar de cuidado diario, en donde la profesora identificó señales de aislamiento y le anticipó que podría presentar alguna condición neurológica.  “Ellos creyeron que yo lo iba a tomar mal, porque bueno cuando te dicen -tu hijo es distinto- lo primero que haces es negarlo, yo en ningún momento lo negué, ni lo tomé como algo malo siempre lo tomé como que esto es una bendición, solo hay que buscar ayuda” asegura.

Neida cuenta que en Venezuela se enfrentó a muchas barreras en el acceso a una atención para Leonardo, ya que en el estado donde ella vivía, solo había una institución que brindaba este tipo de apoyo y las citas eran otorgadas cada seis meses o un año, por esta razón, Leonardo nunca tuvo acceso a terapias en Venezuela.

Cuando llegó a Ecuador conoció a una amiga que tiene una hija con una condición similar a la de su hijo y le informó sobre los servicios de la OIM. “Ella me dijo, hay una organización en la que te ayudan, te dan soporte psicológico, atención para ti, tu familia y para tu hijo que es lo más importante”.

“hoy en día, el niño transcribe, habla y le gusta cantar. Hace sus deberes de casa y la escuela, cumple con todas sus cosas, le gusta mucho realizar actividades y se siente incluido."

El Centro de Asistencia a Migrantes, Orientación y Referencia (Centro AMOR) de la OIM Ecuador junto a ADRA, desarrollaron un proyecto integral en el que a través de varias estrategias y actividades facilitan el acceso a la salud y fomentan la integración de niños, niñas y adolescentes con discapacidad, de sus padres, madres y cuidadores.

Leonardo es parte de los 31 niños, niñas y adolescentes en situación de movilidad que han sido derivados a centros de diagnóstico y reciben terapias ocupacionales y de lenguaje. Gracias a su esfuerzo diario y su arduo trabajo, hoy su madre narra orgullosa que: “hoy en día, el niño transcribe, habla y le gusta cantar. Hace sus deberes de casa y la escuela, cumple con todas sus cosas, le gusta mucho realizar actividades y se siente incluido".

La OIM mantiene un convenio con la Fundación Tierra Nueva y el Centro Neuropsicológico Caminito, centros especializados a través de los cuales brindan evaluaciones neuropsicológicas, psicológicas y psicopedagógicas; terapias psicológicas, de lenguaje, ocupacionales y físicas a niños, niñas y adolescentes, así como a sus madres, padres y cuidadores.

Además de garantizar el acceso a estas terapias especializadas para los NNA, estos servicios son fundamentales para brindar apoyo y contención emocional, y crear redes de apoyo comunitarias para los cuidadores.
En Venezuela, Neida se dedicaba a vender pasteles junto a su esposo. Cuando llegó a Ecuador trabajó durante tres meses, vendiendo comida en una carpa de menestras, lo que le permitió reunir los recursos necesarios para que su esposo y sus dos hijos menores viajen a Ecuador.

“Trabajé esos tres meses y reuní lo que más pude, porque a mí me gusta emprender. Así que con mi esposo decidimos abrir un puesto de comida en el que trabajamos desde las 7 de la mañana hasta las 8 o 9 de la noche”.
Conscientes de que la integración socioeconómica es vital para que las y los cuidadores de los niños, niñas y adolescentes fortalezcan sus medios de vida, el personal del Centro AMOR brinda talleres teóricos y prácticos para fortalecer las capacidades y habilidades técnicas en áreas como: estética y belleza, decoración de eventos, corte y confección y repostería.

Neida participa en los talleres teóricos y prácticos de repostería. Estos se dictan una vez a la semana durante 3 horas, en horarios flexibles. Las y los cuidadores pueden asistir al Centro AMOR junto a los niños, niñas y adolescentes, quienes participan en actividades de integración, mientras ellos se capacitan.

“Cada vez que venimos acá a la OIM, a cualquier taller, él puede venir, hay un espacio en donde él puede estar mientras que yo estoy recibiendo mis capacitaciones. Eso es algo buenísimo, porque de qué sirve que te capaciten y que tu no puedas asistir y que al niño no le puedas llevar por que no tienes a nadie que le cuide”.

Con el objetivo de promover la sostenibilidad de sus emprendimientos, los 30  cuidadores participantes del programa recibieron capacitaciones sobre modelo y gestión de negocios y se les entregó capital semilla en especie. Con los insumos recibidos Neida asegura que podrá fortalecer su negocio para generar una mayor fuente de ingreso para su hogar: “yo puedo seguir en mi puesto vendiendo mis empanaditas y mi esposo ya se encargaría de elaborar panes”
Para abril de 2023, aspira a abrir su propio local de comida. Ha estado trabajando en alcanzar esta meta desde que abrió su negocio junto a su esposo.

Aunque en un futuro sueña con regresar a Venezuela y seguir trabajando en panadería y repostería, que es lo que más le gusta hacer, asegura que le gusta mucho Ecuador y su diversidad cultural, tiene amigos de varias nacionalidades y se siente acogida dentro de su comunidad.

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