En abril de 2018, el Secretario General de las Naciones Unidas dio directrices para que la OIM y el ACNUR lideraran y coordinaran la respuesta regional a la situación de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela que buscan acceso a derechos y servicios básicos, protección, así como autosuficiencia e integración socioeconómica. Siguiendo esta dirección, se estableció la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial como un foro para coordinar los esfuerzos de respuesta en 17 países de América Latina y el Caribe, con un enfoque particular en lograr coherencia y consistencia en toda la respuesta.

A nivel nacional y subregional, la Plataforma Regional se complementa con mecanismos de coordinación local. Las plataformas nacionales y subregionales colaboran directamente con los gobiernos de los países de acogida y se encargan de la coordinación operativa y de la aplicación del RMRP. Estas plataformas de coordinación existen en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú -a nivel nacional- y en el Caribe, Centroamérica y México y el Cono Sur -a nivel subregional-. Su configuración se basa en cada contexto situacional y en las capacidades operativas de los gobiernos y de los socios del RMRP, teniendo en cuenta las estructuras de coordinación existentes.

La estructura del RMRP se basa en sectores temáticos, cada uno de los cuales se centra en una serie de respuestas a la situación de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela, así como en la de las comunidades de acogida. La estructura sectorial ha mantenido un doble enfoque de la respuesta regional: incluir tanto la provisión de necesidades humanitarias inmediatas, como objetivos de desarrollo a más largo plazo, para garantizar una respuesta sostenible e integradora. 

El enfoque sectorial también ha sido clave para una mayor apropiación de las actividades del RMRP y de la Plataforma R4V de parte de diferentes organizaciones no gubernamentales (ONGs) que han asumido la codirección de diferentes sectores. Si bien la OIM, a través de sus esfuerzos de coordinación general, sigue siendo activa en todos los sectores, también está coliderando estratégicamente un número de ellos, incluidos los sectores de integración, alojamiento y transporte humanitario; grupos de trabajo como el de manejo de la información y comunicación; y el subsector de trata y tráfico de personas.