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Quienes somos
Quiénes somosTras la solicitud del Secretario General de la ONU a la OIM y al ACNUR de co-dirigir la respuesta regional interinstitucional, en 2019 se estableció la Oficina del Enviado Especial del Director General para la Respuesta Regional a la Situación de Venezuela (OSE) para coordinar la asistencia de la OIM para los migrantes y refugiados de Venezuela.
SOBRE NOSOTROS
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OIM Global
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Nuestro Trabajo
Nuestro trabajoLa Oficina del Enviado Especial de la IOM para los Migrantes y Refugiados de Venezuela se encarga de la coordinación y supervisión de los proyectos regionales en el marco del Plan de Respuesta para Migrantes y Refugiados de Venezuela (RMRP por sus siglas en inglés) en América del Sur, América del Norte, América Central y el Caribe, trabajando estrechamente con las misiones implementadoras y las Oficinas Regionales.
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Roraima, 20 de Marzo de 2023 – En Roraima, al norte de Brasil, un vehículo médico desciende por un camino escarpado, levantando una polvareda. Se trata de una de las Unidades Sanitarias Móviles de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que ayuda a llevar asistencia médica a las personas indígenas de Venezuela y a sus comunidades de acogida en una de las zonas de más difícil acceso en Brasil.
El Estado de Roraima es el principal punto de entrada desde Venezuela a Brasil para quienes escapan de la actual crisis social y económica en ese país. Muchos de los más de 400.000 venezolanos que viven actualmente en Brasil ingresaron al país a través de este estado norteño.
"En general las personas encuentran un médico cerca de donde viven pero para miles de ellas que habitan en comunidades rurales, los cuidados de la salud se encuentran a horas de distancia”, dijo una doctora de la OIM llamada María Chan al final de un largo día de consultas. Para poder cooperar con la solución a este problema la OIM ha decidido contratar personal médico en movimiento, que viaja hasta la puerta de quienes podrían llegar a necesitarlos. “Las personas indígenas se encuentran entre las poblaciones más vulnerables. Estos servicios realmente cambian las vidas de las personas con enfermedades crónicas en comunidades rurales; facilitan sus vidas”.
Las unidades móviles están totalmente equipadas para brindarles a los migrantes venezolanos, incluso a los refugiados y a las comunidades de acogida, los cuidados de salud que tanto necesitan, incluyendo tratamientos esenciales y medicamentos una vez por mes. Dos Unidades Sanitarias Móviles de la OIM llegan hasta las poblaciones más vulnerables de la región y capacitan a agentes sanitarios de la comunidad para que puedan brindar cuidados primarios de la salud a pacientes rurales.
Las comunidades indígenas de la región pueden padecer diversas enfermedades crónicas, como por ejemplo hipertensión y diabetes, malnutrición infantil, micosis en la piel, parásitos y enfermedades de transmisión sexual (ETS). La mayor parte de estas personas no tienen acceso a centros de salud.
Una iniciativa sanitaria que salva vidas
En una pequeña habitación de una escuela abierta en Sakao Motá, una remota aldea indígena en la que cohabitan locales y venezolanos, las personas esperan en medio de un sofocante calor a que el doctor las llame para sus controles médicos.
Katiuska Fernández, de 31 años, se sienta tranquilamente junto a su hijo de ocho. Lleva un embarazo de seis meses. "El hospital más cercano está a una hora de distancia en coche desde aquí y no tenemos dinero como para pagar un taxi o algún otro medio de transporte”, dice mientras espera su control regular de maternidad. “Estoy muy feliz de que todo esté bien. Estos cuidados de la salud nos han cambiado la vida”.
En 2018, la escasez de alimentos y medicamentos, además de la inseguridad cada vez mayor, presionaron a Katiuska y a su familia de cinco integrantes para que se fueran de su pequeña comunidad en Venezuela cercana a la frontera. Vendieron todas sus pertenencias y cruzaron el límite junto a otras familias Taurepang. Desde aquel momento, la agricultura de subsistencia que desarrollaron en la comunidad de acogida les ha ayudado a sobrevivir.
El año pasado, los equipos sanitarios de la OIM atendieron consultas médicas y psicológicas de aproximadamente 8.000 migrantes en situación de vulnerabilidad incluyendo a personas refugiadas y miembros de las comunidades de acogida en todo Roraima, con un promedio de 30 personas a diario. Los cuidados médicos incluyeron controles generales de salud, pruebas de ETS, de COVID-19, de glucosa en sangre, medicina pediátrica y consultas pre natales.
Severamente impactada por la migración
Ubicada en las tierras indígenas de São Marcos – un conjunto de asentamientos bajo un sol abrasador en donde vive el pueblo Tauperang –Sakao Motáis es una de las comunidades indígenas más severamente impactadas por el flujo de migrantes venezolanos, incluyendo refugiados. Otras comunidades en la frontera entre Brasil y Venezuela que también se han visto afectadas son Ta'rau Parú, Par Bananal, y Sorocaima.
Hay 160 pueblos indígenas venezolanos pertenecientes al grupo Taurepang que actualmente viven en Sakao Motá. Antes de la llegada de los venezolanos el pueblo tenía solamente 100 residentes.
A pesar de que los recursos agrarios de la aldea están sujetos a una gran presión, los venezolanos han sido bien recibidos pues son parte del mismo grupo indígena que comparte orígenes lingüísticos y vínculos de parentesco.
Sentado debajo de un árbol de tamarindo, Silvano Fernández, un hombre indígena brasileño de 55 años recuerda cómo su comunidad les abrió sus brazos a los hermanos y hermanas de Venezuela. “Son nuestros parientes; debemos darles la bienvenida porque son nuestra gente. Hoy son ellos, pero mañana podríamos ser nosotros”.
Silvano es uno de los pacientes regulares de la unidad médica. Sufre de dolores crónicos provocados por un accidente en coche, los cuales le impiden tener una vida normal.
Aún cuando el estado de salud de Katiuska en relación a su embarazo ha ido mejorando al concurrir a controles regulares con la doctora de la OIM, al no contar con a un vehículo o con una señal telefónica no ha tenido más opción que la de prepararse para dar a luz en su hogar cuando ese momento llegue. "Si no puedo conseguir un medio de transporte hasta el hospital más cercano, mi bebé deberá nacer en casa en la comunidad, como ya ha ocurrido con todos mis ancestros”, dice ella tras haber recibido cuidados pre natales.
This story was written by Gema Cortés, IOM Media and Communications Unit, Office of the Special Envoy for the Regional Response to the Venezuelan Situation.