“Con la regularización tengo diez años de oportunidades en Colombia”: Luna*, migrante venezolana

*Los nombres fueron cambiados por protección 

Finalizó mayo y con este mes, el plazo para registrarse en el Permiso por Protección Temporal (PPT) para migrantes venezolanos, un proceso que les otorga un estatus regular y permite su estancia en el país por diez años impulsando su integración y desarrollo social y económico. Dentro de este proceso para acogerse al Estatuto por Protección Temporal para venezolanos - ETPV, Luna* llevó la voz a sus compatriotas para que fueran visibles y accedieran a salud, educación y trabajo formal.

Luna* estará en Colombia por 10 años gracias al PPT, tiempo en el que seguirá guiando a sus connacionales en la regularización. 

Guiada por el sueño de una educación de calidad para sus hijos, Luna* caminó más de 600 kilómetros entre su país natal, Venezuela, y Medellín, Colombia. Llegar, en sus propias palabras no fue fácil, pero la motivación de ver a Juan* y Tomás* disfrutando de su etapa escolar pudo más que el cansancio.

“Cuando salí de mi país, el mayor sueño era que mis hijos pudiesen disfrutar de su estudio. Que tuvieran la tranquilidad de durar un buen tiempo en este país que nos acogió desde hace cuatro años y nos ha dado todo lo que tenemos”, cuenta Luna*, quien desde Antioquia se abre paso como una líder comunitaria para sus connacionales. 

Ella, a sus 34 años, día a día suma experiencias a su vida con la misión de hacerse camino en Colombia, por ello Luna* accedió al Permiso por Protección Temporal (PPT), siendo una dentro del millón de beneficiarios que se acogieron al Estatuto Temporal de Protección (ETPV) creado hace un año. Con su documento en mano, ella llevó la voz a sus vecinos y familiares invitándolos a acceder al permiso y desarrollando una pedagogía en torno al tema. 

“Llegué aquí sin saber nada, más allá de las ganas que tenía de trabajar. No sé en qué momento me convertí en un referente para otros migrantes venezolanos, quienes como yo buscaban aprender y regularizar su estatus en el país, fui aprendiendo de internet y luego llegó la Fundación Amiga Colombo Venezolana (FAMICOVE) de la mano de la Organización Internacional para las Migraciones”, relata Luna*.

Durante el proceso del estatuto, FAMICOVE brindó asistencia a población refugiada y migrante venezolana que, por desconocimiento del proceso o por problemas de conectividad, tenían dificultades para obtener el documento que les permitiera permanecer en el país de manera regular. “La OIM y FAMICOVE me dieron la oportunidad de trabajar, valoran mi proceso de ayuda a mis connacionales y ahora estoy dejando una huella. Me he beneficiado del proyecto de forma satisfactoria, cada aprendizaje lo aplico en mi diario vivir y lo comparto con otros nacionales venezolanos. Con amor y paciencia le trasmito a mis paisanos cada proceso, lo qué hay que hacer y la garantía de sus derechos”, agrega.

En ese proceso de guiar a la población venezolana, Luna* se sumó al equipo de FAMICOVE como asesora de registros sobre el PPT. En su día a día, como meta personal, estaba el sobrepasar la cifra anterior llegando a consolidar cerca de seis registros diarios con información y pedagogía a sus connacionales; proceso que, en sus palabras, fue gratificante y satisfactorio. “Aprendí tantas cosas al interactuar con los usuarios. Poder transmitirles esperanza de una vida más estable y con garantías, me hizo crecer como persona y tener más ganas de seguir trabajando por este país. Logré entender a los adultos y los niños, cada uno con un lenguaje diferente pero donde puede enseñarles de acuerdo con sus necesidades. Por ejemplo: el dibujo fue mi principal herramienta para explicarle a los niños qué era el PPT y la importancia de esté para sus vidas en cuanto a educación, salud, estabilidad y, en un futuro, empleo”, detalla Luna*.

Esta acción es implementada en el marco del Fondo de Donaciones del Programa de Estabilización Comunitaria de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), y busca fortalecer las capacidades de organizaciones de la sociedad civil que trabajan con la población refugiada y migrante venezolana en territorio colombiano. Gracias a esta iniciativa, ha sido posible desarrollar acciones de integración socioeconómica, cultural y comunitaria; asistencia en salud y regularización en el marco del ETPV. Lo anterior, permitió llegar a más de siete mil personas encuestadas, informadas y orientadas y a más de tres mil Registros Únicos de Migrantes Venezolanos (RUMV) en Antioquia, Atlántico, Valle del Cauca, Bolívar, Santander, Norte de Santander, La Guajira y Bogotá.